El transbordador Discovery ha cumplido además una misión solidaria. La nave trajo el cabello cortado de la astronauta Sunita Williams, que se usará en la peluca para una niña calva por quimioterapia.
Williams, que partió el sábado 9 de diciembre en el Discovery y llevó a cabo su primera misión extravehicular tendiendo cables del sistema de electricidad de la Estación Espacial Internacional (EEI), se quedó finalmente en el puesto orbital.
Durante la misión, la astronauta Joan Higginbothan cortó parte de la larga cabellera de Williams, una labor que en el espacio requiere mucho cuidado para evitar que los mechones queden flotando en la cabina y se introduzcan en los equipos mecánicos. Higginbothan, quien durante las cuatro actividades extravehiculares de esta misión operó el brazo robótico de la EEI, empleó una máquina para cortar cabello conectada a una manguera y al sistema de aspiradora del puesto, que orbita a unos 380 kilómetros por hora.
Ahora, el cabello de Williams servirá para hacer una peluca que se pondrá una niña enferma de cáncer, calva por la radiación de la quimioterapia. Bonnie Pandya, la madre de Sunita Williams, dice que su hija se dejó crecer el cabello durante meses para hacer esta donación, que sirve para llamar la atención sobre grupos como Locks of Love (Mechones de amor) que ahora recibirá los cabellos cortados antes de remitirlos a la niña. Esas organizaciones proveen de cabello natural para la confección de pelucas para los niños y niñas que, por enfermedades o el tratamiento de las mismas, pierden su cabello.
Williams, que partió el sábado 9 de diciembre en el Discovery y llevó a cabo su primera misión extravehicular tendiendo cables del sistema de electricidad de la Estación Espacial Internacional (EEI), se quedó finalmente en el puesto orbital.
Durante la misión, la astronauta Joan Higginbothan cortó parte de la larga cabellera de Williams, una labor que en el espacio requiere mucho cuidado para evitar que los mechones queden flotando en la cabina y se introduzcan en los equipos mecánicos. Higginbothan, quien durante las cuatro actividades extravehiculares de esta misión operó el brazo robótico de la EEI, empleó una máquina para cortar cabello conectada a una manguera y al sistema de aspiradora del puesto, que orbita a unos 380 kilómetros por hora.
Ahora, el cabello de Williams servirá para hacer una peluca que se pondrá una niña enferma de cáncer, calva por la radiación de la quimioterapia. Bonnie Pandya, la madre de Sunita Williams, dice que su hija se dejó crecer el cabello durante meses para hacer esta donación, que sirve para llamar la atención sobre grupos como Locks of Love (Mechones de amor) que ahora recibirá los cabellos cortados antes de remitirlos a la niña. Esas organizaciones proveen de cabello natural para la confección de pelucas para los niños y niñas que, por enfermedades o el tratamiento de las mismas, pierden su cabello.
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