Algunos milagros pueden sucedernos, solo que a veces justamente nos suceden a nosotros mismos, llegan tarde sin pedir permiso o sin siquiera consultarnos acerca de nuestros tiempos. Asi es como la vida misma se va convirtiendo en una acumulacion de recuerdos, anecdotas y lagrimas... pero luego se va, simplemente abre la puerta y se aleja dejando aquel milagro inconcluso. Se marcha con el dejo de haber querido ser el centro de nuestro propio universo; desaparece de nuestros ojos sin permitirnos llegar a conclusiones validas o justificadas, al mismo tiempo que nos vamos volviendo locos; peregrinando con el peso constante de saber que las agujas del reloj nos han estado persiguiendo.
4 comentarios:
es la vista que hay...
la vida misma ma
http://www.fotolog.com/fernanda_lechera
mira quien volvio ma, ella si que hace la visma misma
é el peso de la crú di chotta, de la crú.
Seguis volando tanto como siempre...
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