martes, octubre 10, 2006

Retratos 7.9

Algunos milagros pueden sucedernos, solo que a veces justamente nos suceden a nosotros mismos, llegan tarde sin pedir permiso o sin siquiera consultarnos acerca de nuestros tiempos. Asi es como la vida misma se va convirtiendo en una acumulacion de recuerdos, anecdotas y lagrimas... pero luego se va, simplemente abre la puerta y se aleja dejando aquel milagro inconcluso. Se marcha con el dejo de haber querido ser el centro de nuestro propio universo; desaparece de nuestros ojos sin permitirnos llegar a conclusiones validas o justificadas, al mismo tiempo que nos vamos volviendo locos; peregrinando con el peso constante de saber que las agujas del reloj nos han estado persiguiendo.
Y sin embargo, como si no fuese suficiente, nos dedicamos a buscar culpables [hasta nos ensaniamos con ciertas personas], nos odiamos demasiado y, finalmente, nos olvidamos de vivir.
Yo quisiera que algunos milagros llegaran antes que mi propio final. Yo quisiera...

4 comentarios:

Reno dijo...

es la vista que hay...

Anónimo dijo...

la vida misma ma

Anónimo dijo...

http://www.fotolog.com/fernanda_lechera

mira quien volvio ma, ella si que hace la visma misma

Anónimo dijo...

é el peso de la crú di chotta, de la crú.
Seguis volando tanto como siempre...